La candidatura conjunta de Almendralejo y Requena puso fin, en julio de 2022, a la representación hegemónica que Cataluña tenía desde hacía 36 años en el CRDO Cava. Después de que el candidato valenciano, Fernando Medina, ejerza el primer periodo de esta representación compartida, en las próximas semanas pasará el testigo al candidato extremeño, Juan Antonio Álvarez Lázaro. Hoy hablamos con el directivo de la Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo (CLYGAL), quien nos adelanta algunos de sus proyectos.
1.-¿Qué balance puede hacer de esta primera parte de la representación compartida en el CRDO Cava?
Creo que ha sido positivo, porque hemos tenido información de primera mano en cuanto a la normativa y las disposiciones del Consejo, lo que nos ha permitido actuar como productores y bodegueros con mayor seguridad y eficacia.
2.-También tuvimos la oportunidad de conocer directamente las excepcionalidades adoptadas por CRDO para la cosecha de 2024 ¿no es así?
En ese encuentro, el representante de la candidatura Requena-Almendralejo, Fernando Medina, informó a todos los interesados en este subsector de cuáles fueron las medidas extraordinarias adoptadas ante la gran demanda de cava y la limitada oferta de uva a causa de las persistentes sequías en Cataluña. También nos facilitó las pautas de actuación para que las excepciones garanticen la calidad de estos espumosos y sus precios.
3.- ¿Cómo calificaría la cosecha de uva de cava en 2024 con las excepcionalidades que se produjeron?
Yo creo que resultó favorable tanto para los productores como para los industriales. Aunque los precios alcanzados en otras zonas productivas rebasaron los pagados en Almendralejo, considero que aquí también experimentaron un incremento importante para el productor respecto a campañas anteriores y logramos acercarnos a ellos, que era uno de nuestros objetivos prioritarios.
4.- ¿Y para los industriales?
Considero que excepcional, y la prueba la tenemos en que el vino base alcanzó un buen precio y salió de las bodegas a un ritmo tal, que en invierno estaba todo prácticamente vendido.
5.- ¿Una mayor demanda que la oferta puede conducir a ampliar las zonas productivas?
Soy partidario de que en las zonas acogidas bajo la DO Cava como Almendralejo se puedan ampliar plantaciones para satisfacer la demanda, pero siempre de un modo ordenado y lógico, sin afectar a los precios. Alcanzar ese equilibrio será la clave.
6.- ¿Cómo funciona esta representación compartida?
Creo que satisfactoriamente. Estamos en contacto permanente con los agricultores e industriales de Requena y de todas las zonas productivas de la Denominación de Origen. Fruto de esa relación logramos unos precios más competitivos para los agricultores extremeños. De hecho, conocimos a productores e industriales en el viaje que hicimos a la localidad valenciana, y pudimos conocer la realidad de aquella subzona de la DO Cava, y la de sus productores.
7.- ¿Qué objetivos se plantea alcanzar durante su representación en el CRDO Cava?
En primer lugar, trataremos de trasladar a nuestros agricultores todas las gestiones que se realicen en el seno del Consejo Regulador, facilitándoles aquella información que pueda resultar de utilidad para lograr la mayor rentabilidad en sus cosechas y producciones de cava.
8.- ¿Tiene algún planteamiento en cuanto a la ampliación de las zonas productivas?
Si se toma la decisión de explorar la ampliación de las plantaciones de cava, tenemos que demostrar que Tierra de Barros es una zona muy apta y llena de oportunidades para ello. Pero ese crecimiento de las tierras productivas debería ser lógico y sostenible, evitando siempre la caída de los precios que perciben los agricultores y sin distorsionar los stocks. Creo que una ampliación moderada y en estos términos sería posible.
9.- ¿Existe un diálogo fluido entre agricultor y bodeguero?
Por supuesto que sí. Son muchos años los que llevan trabajando juntos productores e industriales, pero me gustaría hacer hincapié en la importancia que tiene la negociación del agricultor con el bodeguero para defender la cosecha ante excepcionalidades como la vivida en la última campaña, porque hablamos de un vino cualificado que, por supuesto, debe tener un precio más elevado que el que se paga por el vino convencional. La posición del agricultor en este caso tiene mucho peso y hay que hacerla valer, porque no olvidemos que es el productor el que tiene la materia prima.