El Consejo de ministros de medioambiente de la Unión Europea aprobó definitivamente el lunes día 17 el Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, una normativa sin precedentes, que no sólo obliga a la protección de los espacios sino también a restituir muchos zonas modificadas, lo que supondrá un duro golpe al sector primario.
La normativa, apoyada por el Gobierno de España, salió adelante con un resultado mínimo en las votaciones, ya que sólo logró el beneplácito del 66% de la población de la UE (necesitaba el 65%), y el rechazo de varios países miembros, además de organizaciones agrarias comunitarias.
Votaron a favor los representantes de Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Alemania, Estonia, Irlanda, Grecia, España, Francia Croacia, Chipre, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Austria, Portugal, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia, y en contra Italia, Hungría, Países Bajos, Polonia, Finlandia y Suecia, absteniéndose Bélgica.
La Ley de Restauración de la Naturaleza establece objetivos y obligaciones concretos y jurídicamente vinculantes para los 27 de manera que se recuperen ecosistemas terrestres, marinos, de agua dulce, forestales, agrícolas y urbanos.
La UE prosigue con sus postulados ‘verdes’ olvidando la importancia de un sector agrario fuerte y competitivo para para evitar una dependencia cada vez mayor de terceros países.